Editorial Eróstanus C.A.

Editorial Eróstanus presenta en este blog la producción literaria de Andrés Simón Moreno Arreche. Cada uno de los relatos, poemas, cuentos y novelas poseen depósito legal, ISBN y radicación internacional a través del Servicio Autónomo de Propiedad Intelectual de Venezuela (www.sapi.org.ve) y además están registrados en Safe CREATIVE. Es inaceptable la reproducción parcial o total de los textos posteados, sin la formal autorización de la casa editorial y del autor.

Bienvenidos

Bienvenido a mi blog "Las Narraciones de Eróstanus". Aquí podrás encontrar relatos breves, que hallarás agrupados en el mes de noviembre 2010, y 22 capítulos de la novela "El Ocaso de los Tulipanes", colgados en orden decreciente en el link del mes de diciembre 2010.

Los relatos breves, la gran mayoría de menos de 2.000 palabras, a excepción de tres, fueron publicados en una compilación en el año 2008 con el título "Relatos Para Contárselos A La Muerte"(ISBN 978-980-12-3162-2). Una segunda edición está en la imprenta de la casa Editorial Eróstanus C.A. patrocinadora de este blog.

La novela "El Ocaso De Los Tulipanes" es una narración de largo aliento. Se trata de 23 capítulos (22 de ellos colgados aquí) en los que se desarrolla una trama compleja que expone al lector las aparentemente imposibles, pero muy reales asociaciones entre las insurgencias latinoamericanas, el terrorismo internacional y los avatares de un presuntamente próximo cisma de la Iglesia Católica romana.
La primera parte comprende los 5 primeros capítulos. En ellos, la aparición de 'El Ángel de la Palabra' (Adonay Jinnú) antecede al inicio de una gran cruzada de concienciación mundial.
La segunda parte ('Los presagios de la Trinitaria Blanca') la integran tres intensos capítulos en los que Bianca, K'bar y muchos otros personajes del primer capítulo colocan al lector en una vorágine de eventos que se desarrollan en Europa, África y Oriente Medio.
Cierra la novela con los acontecimientos que desencadenará un tenebroso y escurridizo personaje, Absalón, su discípulo (Ehud Weizman) y los mercenarios de éste. Bogotá, Tierra Santa y los Montes vascos de Irún son los escenarios del desenlace de una historia densa, rica en personajes y ambientes, y apasionante de comienzo a fin.

Siéntate en tu butaca preferida y ponte cómodo para sumergirte en mis relatos y en mi novela. Sé bienvenido a mi mundo.

Andrés Simón Moreno Arreche

viernes, 3 de diciembre de 2010

CAP 14 - El Ocaso de los Tulipanes / La conversión de Rosa

Primicia, intriga y novedad fue lo que obtuvieron las principales cadenas de televisión del mundo con la campaña de concienciación y reconversión que lanzó Adonai Jinnú, el ‘excéntrico millonario venezolano’ como le identificaban algunos medios, ‘el que vino a derramar la primera copa’, como se definía a sí mismo. Pero la vida en el exclusivo sector de El Condado en San Juan de Puerto Rico continuaba apacible, imperturbable, aunque se transmitían las piezas publicitarias de la gran campaña de Adonai por las principales cadenas televisivas de la isla y en sus más influyentes periódicos.

El primer comercial de televisión y el primero de los avisos publicados en los medios impresos borinqueños generaron gran polémica en la opinión pública de una población eminentemente católica, apostólica y romana. Sucedió lo mismo en Costa Rica, en el resto de Centroamérica, en el Sur del continente, en Europa y hasta en Asia. Hubo protestas aisladas en España, manifestaciones de repudio en Irlanda, Austria y Oriente Medio, así como también en Ciudad de México, Lima, Santiago de Chile y Buenos Aires, ciudades en las que se organizaron piquetes de protesta frente a las estaciones de televisión y en los talleres de los periódicos que publicaban el mensaje de Adonai. Fueron protestas airadas que se diluyeron con los días y que se definieron así por uno de los dueños de medios argentinos, afectado por las manifestaciones:

.- Al fin y al cabo, ¿Cuál es el problema? - declaró en el noticiero estelar de Tele Boca- En los avisos que ha publicado mi periódico, así como lo que ha salido al aire en las emisoras de radio y televisión, no se dice nada distinto a lo que está escrito en la Biblia. Aquí, lo que estamos enfrentando es al sector más reaccionario de la Iglesia Católica de Latinoamérica, que por primera vez se ve desnudo y sin argumentos ante un individuo, un venezolano algo excéntrico, que ha puesto sobre el tapete la gran debilidad conceptual y las contradicciones de fondo de la Iglesia Católica en Latinoamérica, así como su alejamiento de los pobres, para integrar el coro de aduladores que le hace comparsa a los partidos de la derecha y a los gobiernos conservadores en todo el sub continente.

Esa misma posición la tenía don Francisco Hernández-Daló, Presidente de WAPA TV de Puerto Rico, mientras chequeaba la confirmación del traslado de fondos desde Venezuela para la nueva inserción publicitaria de Adonai Jinnú.

.- Miss Letty ¿Ya fue confirmado el cheque de Venezuela?

.- Ayer en la tarde, don Francisco y ayer también llegó otra orden de transmisión, vía fax, junto con la copia de otro depósito en nuestra cuenta del Chase. ¿Envío de orden de transmisión a Control Máster?

.- ¿Por el mismo monto?

.- That’s right, don Francisco ¿Reconfirmo de todos modos la segunda transacción?

.- A lo seguro, miss Letty. Reconfirme la disponibilidad del segundo depósito y luego pase la orden a Control Máster. No nos podemos dar el lujo de tirar por la borda seiscientos cincuenta mil dólares por no efectuar una llamada telefónica.

Mientras tanto, en todos los hoteles de la ‘Isla del Encanto’ se desarrollaba una agitada vida de juego, confort y oropel, bien lejos del mensaje apocalíptico de Adonai Jinnú. Donde más se ignoraba esa gran campaña era en el cincuentenario Hotel La Concha, un emblemático hotel del ‘Old San Juan’ recientemente remozado y redecorado por la cadena hotelera Eurobuilding, que esa semana estrenaba allí un nuevo salón de ‘Black Jack’ y una tercera piscina, la de uso nocturno, detrás de la cascada del ‘Aqua bar’.

Diariamente más de tres mil personas, entre huéspedes, visitantes y empleados recorren sus instalaciones en una febril actividad que tiene muchos epicentros: El área de piscina, los seis restaurantes, las diez salas para convenciones y por supuesto el exclusivo salón de ‘Black Jack’, con tres pares de mesas colocadas en dos líneas paralelas, al cual se puede acceder con la compra mínima de cincuenta mil dólares en fichas y vestir ‘black tie’, los caballeros y traje largo las damas. Para el resto de visitantes y curiosos, el arquitecto del Eurobuilding diseñó una platea elevada a ocho metros alrededor del salón, totalmente aislada, para que el resto de la humanidad pudiera ver las más costosas y arriesgadas manos del ‘21’ sin interrumpir la concentración de los jugadores.

A las siete de la mañana, Rosa Trockembrodt y su amiga Janet Dovalier salieron del exclusivo salón de ‘Black Jack’ acompañadas por sus clientes de turno: Jim ‘big’ Foster, un gigantesco tejano de dos metros quince y casi doscientos kilos, y Carlos Daniel Augusto Zárate de los Montilla, acaudalado mexicano con residencia en Sacramento, California, heredero de la fortuna de los Montilla, la más famosa ganadería de toros de lidia de México. Mientras el estadounidense se dedicaba con relativo éxito a especular con ‘bonos basura’ en las bolsas de New York y Londres, Carlos Daniel Augusto no tenía tiempo para agotar la inmensa fortuna que le producían sus inversiones en Kuala Lumpur, China e India y las ganancias que le proveían sus caballos purasangre en los principales hipódromos de la costa Oeste de los Estados Unidos. Su entretenimiento particular no podía ser otro que una hacienda de toros de lidia en el Estado de Sonora, México, identificada con el sugestivo nombre de ‘Sangre Negra’.

.- Yo te voy a demostrar, venezolana, lo que en mi pueblo llaman ‘el estoque de fuego

Era la constante amenaza del menudo mexicano a Rosa, mientras la abrazaba por las nalgas por la disparidad de estatura: ella de un metro noventa y cinco y él, apenas de un metro cincuenta y nueve.

.- Y yo le voy a cobrar el doble a éste - le comentaba Janet a Rosa - No cualquiera se acuesta con semejante elefante.

.- No te apures, chula. No te quejes. Ese gringo es sólo un cachorrote inofensivo. Mírenlo ahí nomás: Apesadumbrado y con la mirada perdida. ¡Ni que fuera la primera vez que pierde medio millón de billetes verdes!

.- ¿Y tú? ¿Perdiste muchos verdes, chiquito? - le preguntó Rosa exagerando su melosidad y jugueteando con su abundante cabellera azabache.

.- Pos ¿Y en cuál mesa estaba usted, mi reina? ¿Acaso cree que este bultote de la chaqueta es de puro aire?

Dicho esto le estampó un sonoro manotazo sobre el pubis y los tres rieron a carcajadas, menos ‘big’ Jim, que permaneció callado, borracho y cabizbajo durante todo el trayecto hasta la suite. Entró y se encerró, quedando Carlos Daniel Augusto con las dos mujeres y las dos botellas de Don Perignon.

.- ¡Ay chiquito! - le previno Rosa - Janet tiene ganas de portarse traviesa y tú no tienes la más mínima idea de lo que te podemos hacer.

Después de tener un sexo violento y prolongado con el fogoso mexicano, abandonaron el hotel La Concha y decidieron pasar juntas el fin de semana en la cómoda casa que ambas adquirieron en copropiedad en Valle Arriba Hights, el lujoso suburbio de Carolina. Para ese momento, Venezuela era un país lejano en un borroso recuerdo y en este presente aprovechaban las innumerables ventajas que el turismo de Puerto Rico les ofrecía a su verdadera profesión, una lucrativa actividad que celestineaban tras la conveniente mampostería de la otra ocupación: Importadoras de artesanía suramericana.

.- Rosa, mi amor, enciende la televisión. Voy a la piscina y regreso.

.- Okay, amor ¿Cuál canal sintonizo?

.- El de Wapa TV. Quiero ver el noticiero de CMN.

Así lo hizo Rosa. Sintonizó el canal 61 y fue al bar a preparar un conveniente bloddy mary para ambas. De regreso, con las bebidas y totalmente desnuda, pasó frente al televisor en el preciso momento en que Patricia Faliot, de CMN en Español, resumía la noticia proveniente de Venezuela:

.- Y desde Venezuela nos llega el reporte de un exótico millonario que dice ser el primero de los cuatro ángeles del Apocalipsis que menciona La Biblia cristiana en el Libro de San Juan. En Maracaibo, a ochocientos kilómetros de Caracas, nuestra reportera especial Wanda Barreto nos reporta con más detalles. Adelante Wanda.

Rosa paró en seco y volteó con sorpresa e incredulidad hacia la inmensa pantalla del televisor de plasma de 60 pulgadas, embutido en la pared del fondo del espacioso ‘family-room’. La voz melodiosa de la reportera le desgranó la mazorca de los detalles:

.- En un lujoso sector residencial de Maracaibo, la capital del petróleo de Venezuela, un excéntrico millonario ha iniciado una cruzada informativa a nivel mundial, para alertar a la humanidad que él es el primero de los ángeles que anteceden a El Apocalipsis…

Janet ya estaba en la piscina con su gorro, sus lentes protectores y su nado vigoroso, mientras Rosa aún permanecía frente al televisor, bebiéndose las imágenes de su amada Maracaibo.

.- Aunque no pudimos entrevistarle, se nos permitió el acceso a sus oficinas de prensa que tiene a la entrada un letrero que señala la orientación de sus notas de prensa: ‘Voz y Verdad’. Aquí laboran dos docenas de periodistas, una plantilla de expertos internacionales en opinión y una Agencia de Publicidad, mientras el señor Adonay Jinnú, el excéntrico millonario que ha iniciado esta cruzada informativa, se encuentra recluido en el último piso de la torre, a donde aún no hemos podido llegar, mientras se tramitan los permisos y superamos las estrictas medidas de seguridad que lo rodean.

.- Wanda cuéntanos ¿Para qué un personaje como el señor Adonay necesitaría de un equipo de prensa de esa magnitud? ¿Acaso los medios venezolanos no son suficientes o no cubren esa fuente noticiosa?

.- Patricia, la verdad es que no tengo información de que los medios venezolanos estén boicoteando las informaciones del señor Adonay, pero como pueden observar nuestros televidentes, estas instalaciones se parecen mucho a las nuestras, allá en Atlanta. Hay un equipo de periodistas y de camarógrafos exclusivamente dedicados a la producción informativa de las palabras y las giras del señor Adonay y como puedes ver, la actividad es intensa. Hacia el fondo se divisan los dos estudios desde los cuales transmite su señal privada de televisión por suscripción.

Rosa Trockembrodt colocó las bebidas sobre el mesón del bar y se sentó en uno de los butacones sin respaldar, con los brazos cruzados sobre sus pechos y la mirada clavada en el televisor.

.- Este millonario venezolano… - continuó reportando Wanda desde Maracaibo - ha iniciado una intensa campaña informativa y publicitaria internacional, que analistas locales estiman alcance los dos mil trescientos millones de dólares y a más de cuatro mil millones de personas en su cobertura mundial. Ante todo este despliegue informativo y publicitario, las autoridades de la Iglesia Católica de Venezuela, la religión mayoritaria en este país, no han emitido un pronunciamiento, siguiendo la política del silencio que es la línea que siempre asume el Vaticano en estos casos.

Rosa continuaba absorta frente al televisor.

.- Desde Maracaibo, Venezuela, les reportó para CNM Wanda Barreto.

Janet regresó desde la piscina y se tropezó con Rosa, paralizada, como una estatua de sal, con los ojos desorbitados y sin pestañear. Se le quedó viendo con curiosidad mientras se le acercaba, toalla en mano y volteó hacia el televisor para ver qué era lo que había embrujado a Rosa, tanto que ni siquiera le había llevado a la piscina su bebida favorita.

.- ¡Yo lo sabía!... ¡Yo lo sabía! -balbuceó Rosa si apartar la vista de la pantalla.

.- ¿Qué sabías, amor?

.- Yo lo sabía… Lo sabía, lo conocía, pero lo ignoré.

.- Pero ¿Qué miras sweet hart? ¿Qué es lo que conocías?

Rosa reaccionó con una histeria medianamente moderada. Dio marcha atrás, se tropezó con una silla pero continuó su ‘vade retro’, paso a paso, mientras señalaba con su mano temblorosa hacia la pantalla que tenía congelada la fotografía de Adonai, mientras la voz de Patricia Janiot entrevistaba a Isaac Asimov.

.- ¡Es Adonay! … ¡Era verdad! … ¡Todo resultó ser verdad!

.- ¿De qué hablas, Rosa?

.- De Adonay… ¿No te acuerdas de Adonay? Adonay… Venezuela… Alfonso… ¿Ya sabes a quiénes me refiero?

Janet se puso lívida con la sola mención de Adonay, un nombre que la retrotrajo hacia un pasado que había enterrado profundamente en el delta inextricable de los recuerdos que se desean olvidar, y que a fuerza de quererlos borrar de la mente se vuelven borrosos, externos, remotos. En ese momento, durante un instante brevísimo pero casi real, a Janet le pareció ver el porte augusto y elegante de Adonay, mirándola con aquella intensidad capaz de desnudarle la conciencia a cualquiera. Por eso aquella lejana mañana se fue sin despedirse de él, a pesar de que le debía tantos favores, tantos consejos, tantas miradas. Y ahora volvía a experimentar la misma sensación de vacuidad en el alma con tan sólo verle por televisión. Soltó la mano de Rosa y la abrazó protectoramente por la espalda, colocando sus brazos sobre los de ella, para mirar juntas, cara con cara, la foto de Adonay.

.- ¡Claro que lo recuerdo, mi amor! ¿Cómo crees que me voy a olvidar de una persona como Adonay? Pero mírame ¿Qué te atrae de ése? ¿Qué es lo que tanto te perturba?

Rosa desdeñó el abrazo y la caricia de Janet. Se volteó para hablarle de frente. Sin ambages. Directamente. Buscaba en ese instante no sólo una respuesta sino también a una solidaridad, pero Janet escondió la tormenta de sus propios sentimientos detrás de una pared de insensibilidad.

.- Lo sacaron por CNM ¿Lo viste? - replicó Rosa como una niña asombrada - Le hicieron un reportaje desde Maracaibo y dicen que se trata de un ángel del Apocalipsis ¿Te fijas? Todo lo que nos dijo era verdad. Yo creo que nosotras…

.- ¡Pero, bueno, chica, reacciona! ¿Tú eres pendeja o estás tomando un curso intensivo? Ese carajo no es ángel ni ná. Tiene, eso sí lo reconozco, cualquier cantidad de dinero para hacer lo que ha hecho hasta ahora… Y si me lo pides… Ya sabes… Con cariño y con un beso ¿Eh?… Yo aceptaría que organizáramos un viajecito para Venezuela para tirarnos entre las dos a tu misterioso Adonay ¿Qué te parece?

El silencio de Rosa se volvió cataléptico, con la mirada en un punto tan lejano como… ¡Venezuela!

.- ¿Y entonces? - prosiguió Janet con su oferta y su sonrisa de aviso publicitario, pero comiéndose las entrañas por la angustia que aterraba a su novia - ¿Cuál es el problema? Nos vamos para Venezuela, te lo tiras tu sola si eso es lo que quieres, y ya. No sé por qué te afecta ese hombre así. Tú lo conociste igual que yo y te consta que siempre se la pasaba con la vaina esa de la paru… no-sé-qué-coño

.- Parusía. La segunda venida de Jesús

.- Bueno, eso mismo ¿Y qué hay con eso?

.- ¡Ay Janet, es que tú no entiendes!

Y haciendo acopio de toda la paciencia que se puede albergar en el amor, Janet respiró profundamente para tomar la conducta de maestra parvularia, la misma que asumía con sus mejores clientes cuando insistían en sacarla de ‘ese mundo’.

.- Vamos a ver ¿Qué es lo que yo no entiendo?

.- Lo de Adonay.

.- ¿Y qué hay con ése? Es un millonario medio loco, como muchos que hemos conocido aquí y en Barbados, ¿Qué tiene de especial para ponerte así, tan desubicada?

.- Bueno, una vez, cuando trabajaba en la agencia de publicidad de Alfonso ¿Te acuerdas de él?”

.- Si. Ya lo recuerdo, a ver, prosigue con tu cuento”

.- Pues, que un día llegó Adonay y no sé cómo ni por qué, pero se formó un escándalo. Lo habían confundido con un asaltante. Llamaron a la policía, pero todo se aclaró y después…

.- ¿Y? ¿Eso fue todo? ¿Qué tiene de especial que lo hayan confundido con un asaltante para eso que te afecte tanto y ahora?

.- El caso es que se reunió con Alfonso, que…

.- Si, ya lo se, que era tu amante - le atajó impertinentemente Janet - Sigo sin entender nada.

.- Eso no tiene nada que ver. Lo cierto es que cuando salió de la reunión, sucedió que… No sé cómo explicártelo…

.- Pues organiza las ideas en esa cabecita tuya, que sirve para mucho más que llevar una melena de 350 pesos y explícate con las palabras más sencillas. Simplemente di lo que piensas, te desahogas y ya.

Mientras conversaban Janet apagó el televisor, tomó entre sus manos las desproporcionadamente grandes manos de Rosa y la fue conduciendo suave y lentamente hacia la piscina y lo más lejos posible del televisor, la fuente de su perturbación. En el trayecto la abrazó por la cintura pero a pocos metros de la piscina, en un inesperado arranque de terror, Rosa la empujó con violencia y se le quedó viendo de hito en hito, con un rictus de asco en el rostro.

.- ¡Es que no entiendes, no entiendes nada! - le decía llorando, con la voz inaudible por el pánico y retrocediendo hacia la casa - Adonay es el mensajero de Dios. Ahora lo veo. Ahora es cuando lo comprendo. Janet ¡Ay Janet! Cuando aquella tarde, en la agencia de publicidad, Adonay puso su mano sobre mi cabeza, yo me sentí muy extraña, aún cuando no comprendía qué me pasaba. Pero ahora, su mirada me ha abierto los ojos. Ahora lo veo todo claramente. El es el ángel. El ángel de La Palabra.

Janet nunca había visto a Rosa en tal estado de exaltación. Estaba, a su manera de ver, totalmente desquiciada. Nunca antes la había rechazado y nunca, hasta ese momento, Rosa había recordado ni mencionado a Maracaibo, ni a Adonai, tampoco a Alfonso, desde aquella tarde que ambas se hicieron el amor para estrenar la cama que había comprado Alfonso para la boda. La misma tarde que decidieron iniciar una vida juntas fuera de Venezuela.

Janet quedó sola, de pie al lado de la alberca, analizando la reacción de Rosa e ignorando lo que sucedía dentro de la casa. No lo sabía aún, pero a partir de ese momento la vida de las dos costosas meretrices tomaría rumbos separados. Rosa se fue de la casa dejándole a Janet una fortuna en ropas, joyas, la casa y los dos carros, pero sin efectivo ni línea de crédito en las cuatro tarjetas que compartían.

Al tercer día de desaparecida Rosa, Janet se dio cuenta de su situación, pero nunca imaginó que aquella transmisión de CNM desde Maracaibo las separaría para siempre. Cayó en cuenta que ‘algo’ andaba muy mal entre las dos, especialmente en sus finanzas, cuando tres días después de desaparecida Rosa fue al banco a buscar otra chequera y a solicitar saldo para ver cuánto le había costado la rabieta de Rosa. En el banco le informaron que dos días antes la cuenta había sido cancelada. Presa de pánico, revisó nerviosamente su cartera para cerciorarse lo que temió en ese instante: Sus tarjetas de crédito tampoco estaban donde debían estar. Un corte en las cuentas permitió constatar una amarga realidad: Rosa se había regresado a Venezuela y había retirado todo el efectivo disponible en las cuatro líneas de crédito. Quiso denunciarla por estafa pero ¿Cómo? ¿Bajo cuál cargo? Ella misma había la autorizado para manejar sin límite alguno la cuenta corriente mancomunada y las tarjetas de crédito. Algo que Janet no lograba comprender era qué las había separado así. Semanas después, en la búsqueda de las respuestas por el escabroso mundo de la drogadicción, Janet fue encontrada flotando boca abajo en la piscina de su casa.

Varios cientos de millas náuticas hacia el Sur, en Venezuela, la noticia de la muerte de Janet se reseñó como un relleno en los periódicos de tiraje nacional, con el mismo titular de Associated Press: ‘Fallece en extrañas circunstancias famosa meretriz venezolana.’ Lo irónico y patético era que mientras Rosa Trockembrodt desconocía la muerte de Janet, un ejecutivo de la firma aseguradora Saint Paul, con sede en San Juan de Puerto Rico, intentaba localizarle por cualquier medio, pues era la heredera universal y directa de una póliza de vida por siete millones de dólares, suscrita por Janet cuando ambas se instalaron en ‘La Isla del Encanto’. Pero Rosa no fue la única en sentir un cambio súbito. También lo percibieron todas aquellas personas a quienes tocó Adonay alguna vez, y que ahora experimentaban un repentino sentimiento de angustia y arrepentimiento, junto con un deseo irrefrenable para cambiar de vida.

En Venezuela, al igual que en Europa, Centroamérica o en Asia, los sicólogos sociales y teólogos sostenían acaloradas discusiones acerca de la veracidad y la pertinencia del mensaje de Adonay y la conclusión más común era que aquellas muestras de arrepentimiento generalizado no era producto de un sincero acto de contrición, sino el resultado de una histeria colectiva inducida por ciertos mensajes subliminales que estaban maliciosamente insertos en las piezas publicitarias de la gran campaña de Adonay, de acuerdo con el criterio de comunicólogos y expertos del marketing político.

Otros científicos y analistas religiosos coincidían que era improbable un cataclismo como el que anunciaba Adonay, y que aquella campaña se fundamentaba en uno de los pasajes bíblicos menos creíbles y más fáciles de rebatir. Para demostrar cuán equivocados estaban quienes seguían la palabra de Adonay, dos personajes famosos retaron públicamente a Adonay para debatir el tema: Alvin Toffler e Isaac Asimov. CMN, el canal de noticias que tuvo la primicia mundial de la gran campaña de Adonay grabó ambos retos y ofreció mediar en el debate. Y así, sin necesidad de continuar la campaña publicitaria, Elmer Niño y Antonio Marcano - encargados de la oficina de prensa de Adonay -aceptaron el reto y la mediación y se organizó el debate teológico más promocionado en la historia de la televisión mundial.



Este capítulo forma parte de la Novela "El Ocaso de los Tulipanes" ® Depósito legal lf06120088001562 del 18/abril/2008 - ISBN 9789801231615 / Radicación internacional Nº 7571 del 21/abril/2008 - Todos los derechos reservados © Andrés Simón Moreno Arreche Editorial Eróstanus

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