Fue el más extraordinario descubrimiento de la humanidad después de la segunda venida de Jesús. Transcurría la última centuria del primer milenio de aquella parusía, los límites del universo habían sido definidos y estaban a punto de colonizarlos. Einstein tenía razón, pero lo que describieron los tres tripulantes que lanzaron a través del gusano inter estelar redefinió todo lo conocido por el hombre. Todo, desde las milenarias concepciones filosóficas hasta los más recientes avances de la biogenética y la ingeniería nano-molecular. Los diez mil millones de humanos, diseminados entre la Tierra, Marte y Venus, recibieron con incredulidad y luego con espanto las explicaciones de los científicos luego analizar las imágenes digitales y de recibir como héroes en la estación espacial 7 de la Luna a los dos humanos y al biorobot que regresaron del borde mismo de la presunta nada.

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